Selección del papel más adecuado para el contacto con alimentos

En los embalajes flexibles para uso alimentario, para proteger la salud del consumidor y salvaguardar la calidad de los alimentos, es importante elegir un tipo de papel que no deteriore las características organolépticas y no altere su composición.
Por ello, en el desarrollo de la producción es fundamental identificar el tipo de alimento que entrará en contacto con nuestro embalaje para seleccionar la composición de papel más adecuada. Aquí tienes algunas pautas generales.
Para los alimentos húmedos y grasos, como la carne, el queso y los alimentos fritos o asados, se utilizan papeles no reciclados con un contenido de fibra superior al 75%.
Para los alimentos secos, como las galletas y la pastelería seca, y para los alimentos frescos, como las frutas y las verduras, se permite el uso de fibras recuperadas, siempre que el contenido total de fibra exceda el 60%. Por supuesto, el uso de fibras recuperadas sólo es posible si el papel resultante cumple estrictos requisitos de pureza que lo hagan apto para el contacto con alimentos.
En la producción de embalajes para alimentos, sólo utilizamos papel de alta calidad que proviene de fábricas de papel certificadas que garantizan la idoneidad para el contacto con los alimentos.
Nuestros productos preservan la calidad de los alimentos y protegen al consumidor.